PRISA colabora con WWF en la mayor campaña global en defensa del medio ambiente

PRISA participa por noveno año consecutivo en La Hora del Planeta de WWF, el mayor movimiento global en defensa del medio ambiente que nació en  Sidney hace ahora 10 años con el simple gesto simbólico de apagar la luz una hora. Esta nueva edición se celebra el próximo sábado, 25 de marzo, de 20:30 a 21:30 horas.

PRISA viene apoyando este compromiso global desde sus inicios a través de sus medios con un llamamiento a la colaboración que alcanza todos los soportes y países donde opera: radio, prensa e Internet. A través de El País, Cinco Días, AS, El Huffington Post, los programas de la Cadena SER y todas las emisoras de PRISA Radio, se difundirá la campaña de sensibilización previa y la cobertura de esta movilización social, y Santillana transmitirá la iniciativa a los colegios y otras instituciones educativas. Además, PRISA animará a la participación a sus más de 8.000 empleados a través de los canales de comunicación interna y webs corporativas de la compañía.

Este año WWF ha querido dar un paso más en su llamamiento a la participación y ha puesto en marcha una plataforma de movilización digital, en la que pide a los ciudadanos que se sumen a una marcha virtual para demostrar que la transición global hacia un futuro sin emisiones es imparable.

Con el lema El Planeta primero. Que nadie te pare, la convocatoria de 2017 recuerda que el año pasado fue el más cálido registrado desde 1880 y que 15 de los 16 años del siglo XXI han batido todos los récords de aumento de temperatura. Por eso, diez años después de que la Hora del Planeta pusiera el foco en el gran reto ambiental del cambio climático, cuyos efectos son hoy claramente visibles, WWF quiere aumentar la ambición y acelerar los compromisos para demostrar que el camino hacia un desarrollo sostenible, libre de emisiones, no se detendrá.

En este contexto, La Hora del Planeta pretende llamar a la acción de gobiernos, empresas, instituciones y ciudadanos en torno a medidas concretas para conseguir determinados logros de conservación de relevancia nacional o regional, como la protección de una gran zona de extraordinaria biodiversidad en Brasil, la promoción de energía renovable en Sudáfrica, el impulso de un estilo de vida sostenible en China o la petición a la Unión Europea de una política climática que asegure un futuro energético limpio y renovable.