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Premios Cinco Días: La innovación sobrevive pese a la falta de financiación

21-11-2017

La innovación es la palanca que, históricamente, ha marcado la diferencia entre las sociedades más avanzadas y aquellas que se han quedado atrás. Hoy, en un momento en el que el ritmo de transformación es exponencial y la velocidad del cambio aumenta a pasos vertiginosos, quien llegue tarde a la carrera se quedará fuera de la foto. “Estamos en un momento de transformación que afecta a la economía y a nuestras formas de vivir. Los avances en biología, robótica y digitalización están permitiendo diseñar nuevos modelos de negocio y soluciones que eran difíciles de poder imaginar hace 10 años”, explicó el pasado jueves el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, en la décima edición de los Premios CincoDías a la Innovación Empresarial, celebrados en CaixaForum Madrid y que, como cada año, contaron con el patrocinio de La Caixa y Repsol, y la colaboración de Beon Worldwidecomo agencia oficial.

Es necesario, por ello, que todos los agentes económicos se involucren en el cambio. Desde las empresas hasta las instituciones académicas, y cómo no, las Administraciones públicas. “En el Gobierno estamos decididos a apoyar la ciencia y la I+D+i”, prosiguió el ministro. Por ejemplo, a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), “que tiene como objetivo fundamental apoyar la innovación vinculada al mundo empresarial”.

Con esta institución se ayuda a startups, se invierte en capital de empresas innovadoras, o bien con capital semilla o private equitiy. “La inversión en capital va a ser una de las fórmulas más importantes, y con ella apoyamos a las empresas para competir internacionalmente”, recalcó De Guindos. Tras varios años, aseguró, ya se empiezan a recoger los resultados. “Nuestras empresas, universidades y centros de investigación han recibido 2.400 millones de euros de los fondos, convirtiendo a nuestro país en un receptor de fondos del plan Horizonte 2020”. El papel de la innovación española también se percibe allende las fronteras, con un papel fundamental en centros como el Reactor ITER (Reactor Experimental Termonuclear Internacional, por sus siglas en inglés), el Observatorio Astral Europeo o el CERN de Suiza, tres proyectos resaltados por el ministro.

El papel de todos los agentes que intervienen en impulsar la innovación es, por ello, fundamental. Así, los premios otorgados por CincoDías tratan de reconocer, año tras año, todos estos avances, laureando las mayores innovaciones en el campo de la empresa, de la universidad y de la responsabilidad social corporativa. Además, por primera vez, en esta edición se ha reconocido la mejor trayectoria ligada a la innovación, premiando al gigante textil español Inditex.

Así, la compañía zaragozana Libelium se impuso en esta ocasión en la categoría del proyecto empresarial más innovador, gracias al desarrollo de una plataforma propia y de unos sensores capaces de monitorizar la actividad de plantas, ríos, cultivos, animales o ciudades y conectar entes y seres inanimados con internet. “Gracias por crear espacios como este, donde se reconocen las buenas prácticas de empresas que crean riqueza y empleo a través de la innovación”, apuntó la directora de comunicación de Libelium, Elena García-Lechuz, quien enfatizó en la necesidad de acabar con la brecha digital que existe entre lo que necesitan las empresas y lo que da el mercado de trabajo. “Si no lo hacemos cuanto antes, pondremos en peligro el futuro”, aseguró.

El jurado decidió que el galardón a la acción empresarial más innovadora ligada a la universidad recayese este año en BEOnChip, una spin-off de la Universidad de Zaragoza, por la creación de dispositivos microfluídicos para el cultivo celular en ambiente biomimético. “Hay que facilitar el trabajo de los investigadores y conseguir que se produzca una transmisión real del conocimiento que se genera en la universidad al tejido productivo”, subrayó Rosa Monge, responsable de I+D de la firma.

Por su parte, Vía Célere fue reconocida con el premio a la iniciativa más innovadora en responsabilidad social corporativa por su proyecto Espacio Fácil, un centro dedicado a investigar y diseñar edificios accesibles que permitan a cualquier persona con anomalías intelectuales orientarse en ellos. El presidente del grupo, Juan Antonio Gómez-Pintado, agradeció su colaboración a Afanias, a la Universidad La Salle y, especialmente, a la arquitecta Berta Brusilovsky, “la persona que más ha colaborado y más tiempo lleva investigando en esta temática”.

Queda claro que no hay área que se escape de la disrupción: desde la producción a los servicios posventa, pasando por una interacción con los clientes cada vez más continua y hecha a medida. Pero, ¿están las empresas y sus gestores preparados para la era de la innovación permanente? La directora general de Google España y Portugal, Fuencisla Clemares, lanzó esta pregunta en su lección magistral en la entrega de los premios. La ejecutiva destacó que si antes su consejero delegado decía que tenían que centrarse ante todo en el móvil, ahora afirma que lo “primordial ha de ser la inteligencia artificial”. La directora de Google señaló que no hace falta una gran inversión, sino entender bien la tecnología. También se refirió al cambio de cultura dentro de las organizaciones, porque “o somos capaces de romper las barreras entre empresas o todo esto no sirve de nada”. Según Clemares, “cada diez años hay una gran revolución tecnológica”. La primera llegó en los ochenta, con la aparición de los ordenadores en las empresas. La segunda surgió en los noventa, con el lanzamiento de la web y la irrupción de compañías como Amazon y Google. La tercera revolución no llegó hasta 2007, con el lanzamiento del primer iPhone.

Ahora llega la cuarta, y para poder afrontarla con firmeza es vital contar con la infraestructura e inversión necesarias, algo que España sigue echando en falta. Según se desprende del último informe anual de la Fundación Cotec, publicado hace cinco meses, si la tendencia no cambia de forma urgente, no parece que España pueda desempeñar un papel rompedor ante las oportunidades y desafíos que están por llegar. Los datos del citado informe ponen de relieve que los recortes acumulados desde 2010, del 50%, han sido muy superiores a los que fueron anunciados en su momento (30%). Esto se explica porque a la reducción de las cantidades anunciadas en los Presupuestos se le han unido unos niveles de ejecución presupuestaria negativos, que en 2016 han llegado a su nivel mínimo histórico, retrasando la puesta en marcha de varios proyectos e iniciativas.

De esta forma, el contraste entre España y el resto de la UE va en aumento. Mientras que en la mayoría de los países de la unión, a día de hoy se invierte un 25% más en I+D+i que en los años previos a la crisis económica, el porcentaje en España se sitúa todavía 10 puntos porcentuales por debajo a las cifras de 2008. Con todos estos datos sobre la mesa, no solo el sector público suspende. En España, cerca de la mitad del sistema de producción innovador es privado, por lo que el esfuerzo de las compañías españolas en esta materia, en comparación con las tasas de las organizaciones europeas, es mucho más bajo. Las cifras hablan por sí solas: en España las empresas realizan un 52% del total del gasto en I+D+i, frente al 63% de la Unión Europea.

Como consecuencia, destaca el informe, no hay más que analizar el número de patentes registradas en España, que ha caído a niveles inferiores a los de 2008. Como dato esclarecedor, en términos de solicitud de patentes europeas por millón de habitantes, la cifra que maneja España es de 32, frente a las 162 de Francia y las 307 de Alemania. Queda todavía camino por recorrer.

Fuente: Cinco Días

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