El papel del defensor del lector

La figura de Defensor del Lector tiene como misión, de acuerdo con el estatuto que regula su función, atender las quejas que se le planteen en relación con los contenidos del diario y vigilar que se cumpla el Libro de Estilo. Puede actuar a instancia de los lectores o por iniciativa propia en aquellos asuntos que considere que afectan a la credibilidad del diario o sean del interés de los lectores.

Son muy pocos los diarios que disponen de esta figura de vigilancia y mediación, pero entre ellos se encuentran los de mayor prestigio, como The New York Times, Washington Post o The Guardian. En El País, los lectores disponen de un canal para expresar sus quejas, sugerencias y opiniones en relación a los contenidos del diario, tanto en la edición impresa como en la digital. El ejercicio transparente y público de esta autocrítica es un estímulo para la mejora permanente de la práctica profesional y contribuye a evitar las inercias y rutinas que pueden mermar la calidad de la información.